A veces lo que realmente somos se escapa totalmente de la realidad. Una vez conocí a un músico que se ganaba la vida como profesor. Yo no creí que el fuera músico, y cuando me mando una melodía que el había compuesto e interpretado, no le creí. Eso es por que yo misma no creo lo que soy.
Nos escondemos en lo que hacemos, muchas veces nos alejamos concientemente de lo que nos gusta por temor a fallar. Como en tantas otras cosas de la vida. Nos alejamos de lo que mas queremos, de lo que mas amamos por miedo. Un miedo tan humano y común, que nos aterra, porque no hace sentir ordinarios. No entendemos como hay gente con tanto talento que logra llevar su arte, su pasión, a la vista, el oído y a veces al gusto de todos.
Yo no logro hacerlo, y me creo mediocre. Me da miedo escribir con verdadera sinceridad y dejarme expuesta. Pero creo, aun así, que esa es la base del arte que logra triunfar de la forma que deseas. Yo solo quiero que mis palabras sean capturadas por alguien y que no se pierdan en el olvido de estas letras. Quiero llegar a alguien. Saber que logré cambiar en algo el pequeño mundo en que vivimos
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